Que no te den cordero por lechazo: todas las claves para identificarlo y cocinarlo en su punto Pocas maneras mejores de combatir el frío que con nuestros seres queridos, alrededor de la mesa y con un buen lechazo.
Eso sí, asegúrate de que lo que te sirven es cordero lechal. Uno de los planes de fin de semana más jugosos de estos días de frío es visitar algún lugar cercano con encanto y, por supuesto, descubrir su comida típica. Si decides apostar por Castilla y León, no puedes dejar de probar su lechazo, uno de los productos más significativo de la zona.
Aunque el cordero es otro manjar, debes tener en cuenta que no es lo mismo el lechazo que el cordero, ni su precio tampoco, por lo que nunca está de más saber diferenciar ambos productos. Diferencias entre el lechazo y el cordero La principal diferencia entre un lechazo y un cordero está en el peso y la alimentación.
Por un lado, los lechazos pesan entre 5 y 6 kilos y proceden de animales más jóvenes, que solo han sido alimentados con leche.
Esto da como resultado una carne tierna, blanca y con un sabor más delicado. Por otro, el cordero ha podido alimentarse de pasto y cereales, aunque su carne también proviene de animales que no superan los tres meses. Su carne también se caracteriza por ser tierna, pero con un color rosado y un sabor mucho más suave.
¿Cómo saber si nos sirven lechazo o cordero?
Puede darse el caso que vayas a un restaurante donde te ofrezcan lechazo y termines comiendo cordero.
Pero ¿cómo saber qué es lo que tenemos delante? Lo primero que hay que tener en cuenta, a simple vista, es observar el tamaño de las piezas. Es muy común, por ejemplo, que el lechazo se sirva con una paletilla por persona o bien una pierna para dos.
El caso del cordero, al ser más grande, requiere de fuentes para servir las piernas o las paletillas. Además, la carne del primero es más blanca, mientras que la del cordero tiende a ser más rosada. La verdad que no hay una época destacada para comer un buen lechazo, pues es delicioso durante los 365 días, pero hay momentos más destacados, como las fiestas navideñas o la primavera.
Cómo preparar lechazo en casa
Lo primero y más importante para preparar un buen lechazo en casa, es tener un producto fresco de un profesional especializado, como los que disponemos en La Despensa de Jumi.
La elaboración es sencilla. Hay que echar sal y agua en una fuente, controlando el horno. Desde Jumi recomendamos que se empiece asando el lechazo con aire por la parte que tiene más huesos y voltearlo cuando esté dorado. Para darle un toque crujiente, usar el grill al final. Además, es esencial rociar el lechazo con agua durante todo el proceso para evitar que se seque.
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