Para que la carne aguante perfectamente en el congelador, es esencial la utilización de bolsas herméticas o tuppers para que no esté en contacto con el hielo que produce el congelador y no sufra quemaduras.

Si por alguna razón la carne tiene quemaduras por el proceso de congelación, tiene una textura gelatinosa o un olor desagradable, lo mejor es deshacerse de ella, pues son señales que nos dicen que no es apta para el consumo humano.

Otro de los consejos es congelar la carne por lotes para evitar descongelar lo que se use y volver a congelar el resto, pues este hecho puede afectar a la seguridad del alimento.

Por último, la carne se debe descongelar en el frigorífico, poco a poco, y evitar que lo haga a temperatura ambiente o directamente en el microondas, pues lo que se conseguirá en un crecimiento bacteriano.